viernes, 20 de enero de 2012

Carmen Molina Jiménez, la otra cara de la enseñanza...

Artículo que escribí a raíz de unas jornadas de Didáctica de la Lectura, el pasado 24 de Abril de 2009:
Se puede ser profesor de muchas maneras, pero serlo y sentirlo es cosa distinta. Esta mañana, dentro del ciclo de Conferencias llevadas a cabo dentro de las "II Jornadas de Didáctica de la Lectura", hemos contado con la presencia y experiencia de Carmen Molina, cuyos proyectos educativos dentro del ámbito del proceso de la lecto escritura, así como en la continuidad de los temas transversales que surgen a raíz de ésta, al ser incluida la poesía como medio para acercarse al mundo literario. Se fusionan los sentidos, el arte de dibujar, de plasmar tu mundo interior y lo que interpretas, buscar información, y conocer todo lo que rodea a un poema. No es sólo el verso, es la estrofa, es el poema, es el autor, su casa, su ciudad, sus amigos. El poema no se reduce al papel sobre el que está escrito, lleva un mundo que perfuma de conocimiento a todo aquel que desee adentrarse en él. Ha trabajado con niños desde Infantil, hasta cuarto de primaria, y el proceso que han seguido es maravilloso y estupendo, un método a seguir en todos los colegios, ya sea en el ámbito de la Lengua y la Literatura, como en cualquier otro, en el que el lenguaje sea el medio de comunicación. Si todo es lenguaje, pues estamos inmersos en un mundo pleno de él, por qué no hacer uso de sus recursos puestos a la disposición del docente. Trabajo y pasión por la profesión es lo que resume la capacidad de poder poner en marcha estos proyectos. Leer a Alberti, o más bien sentirlo en Educación Infantil, para que a través de sus versos, los niños plasmen con su lenguaje icónico a través del dibujo, qué están sintiendo y experiementando. Ese paso al aperturismo de conocimiento, más allá de cuatro contenidos, es lo que posibilita que el niño se crezca y quiera crecer de nuestra mano. Se observan los logros conseguidos con los niños a lo largo de su paso por los diferentes cursos, y te dices, cómo un tesoro de proyecto como el que está haciendo Carmen en el Colegio de Alhama, no se extiende al resto de colegios. A pesar de su excepticismo, la profesión docente ha de abrirse y acoger con los brazos abiertos estos proyectos necesarios para el desarrollo del niño, como para el de la profesión docente. Ha sido un placer conocerla, aunque ya tenía datos de su trabajo, por medio de lo que nos contaba Pedro Guerrero en las clases. Esta noche, cuando terminen las jornadas, pasaré a limpio las notas que he tomado, para todo aquel que quiera seguir la cadena poética de la vida. Un saludo y un beso para todos lo slectores

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