miércoles, 15 de agosto de 2012

Prenatal y el beso de Judas....

LLevo unos días queriendo escribir un artículo, y la falta de tiempo no me lo ha permitido antes. La semana pasada entré a comprar en Prenatl unos babys estupendos para tener en casa para cuando mis hijas pequelas se pusieran a pintar o hacer manualidades, el precio de los babys era genial, no superaba los cuatro euros con algo. Comprar en rebajas en Prenatal es un clásico, que voy haciendo al menos unos diecinueve años, si vamos a contar desde los primersos sujetadores para embarazada, aquella primera faja y riñonera para el embarazo, por no decir la cantidad de produtos que lo largo de estos últimos 19 años, han ido llegando a mi casa. No sól en rebajas evidentemente, Prenatal siempre tenía de todo, y siempre te sacaba de un apuro cuando realmente estabas buscando lo necesario para la futura mamá como para el niño que venía, o el que ya estaba en el mundo creciendo. Siempre me han atendido amablemente a lo largo de estos años el personal que allí trabajaba, es más, en esos años, en los que mis dos hijos mayores, que a fecha de hoy rondan los 18 y 14 años en pocos meeses, en otros años, eran sdos torbellinos que correteaban por toda la tienda, escondiéndose debajo de las perchas, riéndose a carcajada limpia, y yo medio desesperada con uno de la mano y el otro corriendo. La ropa que vendían es si cabe, la de quellos primeros años, de una calidad estupenda, porque siguen como el primer día. Pero eso es de otra época, ahora la realidad es otra y la mitad del personal de Prenatal, se va directamente a la calle, al sitio del que provenían todos sus clientes. Lo de las pérdidas económicas en tiempos de crisis, bueno, no sé qué decirles, las tiendas nunca las he visto vacías. Y esto es como todo, quien quería llevarse un buen producto siempre terminaba en sus tiendas. Es cierto, sé que ahora hay por doquier centros especializados en cosas de bebés. centros que hace unos años ni si quiera existían, pero Prenatal ha sido siempre un referente de confianza. Así que, me quedé perpleja de ver cómo las estanterías estaban vaciándose con descuentos de un 80%, y de cómo todo se iba al garete, sobre todo el destino laboral de todos los trabajadores. Detrás de esos casi trescientos despidos hay una historia, que se multiplica por cuatro, si nos situamos detrás de las posibles personas que dependan de esos sueldos que hasta ahora llegaban a casa. Así que me quedo, con la triste sensación, de que no son casi trescientos los que se van a la calle, sino unos 1.200 afectados colaterales de esto. El beso de Judas es el nombre que he puesto, porque en la publicidad de sus tiendas, se podía ver una bonita foto de una mujer besando a un bebé, y lo pensé, qué beso más traicionero, que cierra después de tantos años. Un saludo a todos los trabajadores de Prenatal, mi sincero apoyo a todos vosotros, estéis donde estéis, agradeceros vuestro trabajo reliazado a lo largo de todos estos años, porque sin vosotros, esta marca no habría llegado a ser lo que es, ya que además de sus productos, vosotros érais realmente los que nos transmitíais la sensación de calidez y de confianza con vuestro asesoramiento siempre atento. Prenatal se pierde un potencial de trabajadores, que no dudo que con empeño y tesón, vuelvan a encontrar un sitio en el que desarrollarse tanto laboral como personal. Como madre, y sobre todo, como persona, agradeceros vuestro esfuerzo y dedicación, nos vemos en el camino.
mE GUSTARÍA, no obstante, proponeros a todos los que habéis trabajado en Prenatal, que pusiérais al menos un comentario sobre cómo se podía haber resuelto este tema, un saludo.

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